El impacto emocional que experimentamos al conocer a otra
persona y quedarnos completamente deslumbrados, no es más
que un flechazo de Cupido, una especie de enamoramiento repentino
que no permite pensar en nada más. Una mezcla de esa
química que atrae o aleja a los seres humanos, con
la idealización que cada uno elabora sobe el otro y,
posteriormente, trasladamos a un individuo en específico.
“A esta suerte de encantamiento deberíamos
llamarle enamoramiento a primera vista, porque se trata más
bien de un anhelo romántico que deslumbra, una intensa
atracción sentimental”.
Esa sensación que se experimenta ese toque de locura esas mariposas en la barriga la magia que te envuelve y de donde no quieres salir aun no es amor, es solo atracción fisica y cambios bioquimicos que experimentamos en nuestro cuerpo.
En cambio, el amor es otra cosa: implica
además de atracción, deseo y cariño,
conocimiento mutuo, porque nadie puede amar a quien no conoce.
También respeto, confianza, preocupación por
todo lo que guarde relación con la persona amada y
aceptar a nuestra pareja con sus virtudes y defectos.
Es, a decir de los expertos, el verdadero
fruto que puede dar o no el enamoramiento, y exige estabilidad
y perdurabilidad: dos criterios que confirman su verdadera
existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es importante