Hoy les quiero comentar que he estado ausente por razones que me han tenido un poco ocupada, culminando y cerrando un ciclo de mi vida, resulta que estoy en proceso de acto de grado para recibir mi titulo como Ing. de Sistema, afanes tipico de mujer, buscando el vestido ideal, zapatos, accesorios entre otras cosas mas para cada ocasion, me he dado cuenta que esto de recibir un titulo es sin duda alguna un acto de vanidad, he gastado hasta lo que no tengo con tal de estar feliz conmigo misma, pero me detengo por un momento a pensar, que bien me lo merezco fueron 5 años de lucha por alcanzar este gran reto.
Sin embargo no deja de ser algo simbolico y vanal que como hombres celebramos, que es lo que realmente importa en este momento es el famoso Titulo el que te va a servir para calificar el estatus en la sociedad y a nivel profesional, esto facilmente se obtiene por la secretaria de la universidad donde estudiaste sin causar ningun afan ni gasto.
En estos momento recuerdo la piramide de Maslow, en su famosa
teoría de las necesidades, las jerarquizaba en una pirámide donde, tras la
satisfacción de las necesidades fisiológicas, de salud y seguridad, situaba las
necesidades de pertenencia, de estima y reputación y, finalmente, de
autorrealización. La vanidad tiene que ver con los tres últimos niveles. Hay
una vanidad de ostentación hacia los demás, pero también hay una vanidad de
ostentación hacia uno mismo.
La finalidad de toda esta cuestión, es que
estamos dispuestos a pagar para aumentar la propia vanidad.
La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
