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jueves, 9 de agosto de 2012

Sentimientos que Matan



 
Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido con miedo de la feroz predadora y la serpiente al mismo tiempo no desistía.
Huyó un día y ella la seguía, dos días y la seguía... Al tercer día, ya sin fuerzas, la luciérnaga paró y le dijo a la serpiente:

¿Puedo hacerte tres preguntas?

- No acostumbro dar este precedente a nadie pero como te voy a devorar, puedes preguntar, contestó la serpiente

- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia? preguntó la luciérnaga

-  No, contestó la serpiente

- ¿Yo te hice algún mal? dijo la luciérnaga

- No, volvió a responder la serpiente.

- Entonces, ¿por qué quieres acabar conmigo?

- Porque no soporto verte brillar...

Moraleja
 


No dejemos de brillar. Continuemos siendo nosotros mismos, continuemos dando lo mejor de nosotros. Jamás permitamos que nos hieran, que nos lastimen. Sigamos brillando, sigamos manteniendo nuestra luz, sigamos conservando nuestra esencia. Quizás nuestra luz hiera los ojos de los que desean apagarnos, no lo permitamos.

Sin duda alguna la envidia es un sentimiento negativo, las personas envidiosa no suele reconocer su envidia. Se resiste a hacerlo y no hay nada que mas le hiera y descalifique que intentar hacerle ver que la tiene. Hay que tener en cuenta que detrás de la envidia se halla:

-Un sentimiento de inferioridad e inseguridad.
-Una incapacidad de reconocer las limitaciones personales, asociándolas a signos de debilidad.
-Una negación total de que la infelicidad no se debe a lo que no se tiene, sino a la falta de aprecio de lo que sí se posee

 

1 comentario:

  1. Una rosa que deseaba la compañía de las abejas, pero ninguna se le acercaba.
    A pesar de todo, esta flor aún era capaz de soñar: Cuando se sentía sola, imaginaba un jardín cubierto de abejas, y que todas venían a besarla. Y conseguía resistir hasta el próximo día, cuando, una vez más, abría sus pétalos.

    -¿No te sientes cansada? –pregunto otra rosa.
    -No. Tengo que continuar luchando.
    -¿Por qué?

    -Porque si no me abro, me marchito

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